La pandemia ha provocado un gran golpe económico que ha dejado a miles de peruanos y peruanas desempleados, a muchas empresas con enormes pérdidas, otras en quiebra y, además, ha incrementado los niveles de empleo informal.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) resalta que la informalidad, sumada a la crisis por la pandemia, ha dejado un gran reto por delante que incluye aspectos como una alta deuda pública, bajos niveles de capital humano y limitada bancarización, los cuales van a condicionar la reactivación económica en economías informales, haciendo más difícil el proceso de recuperación.
En este escenario, la inversión resulta vital, tal como lo señalan las conclusiones realizadas por IPAE en el documento “CADEx: Reactivación económica en marcha” (2020), donde se afirma que “la reactivación no es posible sin inversión y gasto privado, que representa aproximadamente 20% y 60% del PBI respectivamente”.
Más allá de la pandemia, el contexto político de elecciones también genera incertidumbre, sobre todo para la inversión privada y extranjera. Sobre esto, Peter Anders, presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) declaró, a fines de 2020, que el Perú recuperará el crecimiento económico siempre que “el Estado genere un clima de negocios apropiado”.
Asimismo, comentó que, en los últimos 30 años, la estabilidad macroeconómica del país lo ubicó como “una plaza atractiva para la inversión privada extranjera, orientada sobre todo a la minería, infraestructura, energía y comercio”. Sin embargo, con la emergencia sanitaria, dicha inversión ha caído. Ante el golpe económico y la inestabilidad actual, los expertos afirman que es fundamental reactivar la inversión privada, pero con una regulación clara y con menor incertidumbre política.
La “Guía de Negocios e Inversión en el Perú 2021” elaborada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, ProInversión y EY, resalta que la respuesta del país frente a los efectos de la COVID-19 ha sido la más grande de la región, mediante medidas fiscales que equivalen en conjunto al 20% del PBI, con lo cual este año se podrá lograr un buen crecimiento y recuperación económica, a diferencia de otros países de la región.
Si hablamos de inversión extranjera y privada, el ranking Doing Business 2020, ubica al Perú en el puesto 76 de 190 de países con facilidad para hacer empresa y negocios, ocupando el sexto lugar en Latinoamérica. Las oportunidades están, pero para lograr la recuperación económica es fundamental saber dónde focalizar la inversión.
El análisis “Propuestas del Bicentenario – Reactivación Económica” de Videnza Consultores (2021) indican que los pilares de la reactivación económica incluyen la inversión enfocada en los siguientes sectores: infraestructura, minería y vivienda y construcción. Otros sectores adicionales que también se deben tener en cuenta según el Ministerio de Relaciones Exteriores son el de energía, manufactura, hidrocarburos, electricidad y agua, el turismo, gastronomía y hotelería, y el de transporte y comunicaciones.
Fuente : RPP Noticias