FRAUDE: DEFINICIÓN
Despojar de sus bienes mediante engaño, ya sea a una persona natural o jurídica, dentro de las menciones que se relacionan con los llamados delitos de cuello blanco es referido a las defraudaciones que se han hecho a los entes corporativos, dividiéndose en dos categorías:
- Adueñarse de fondos (efectivo o valores) o activos de la Empresa; y
- La declaración falsa de la situación financiera de la empresa (omisión de operaciones, registros falsos, amortizaciones o depreciaciones no efectuadas o hechas en tiempos asignados inadecuadamente o manipulación de los registros contables del ente económico).
El Triángulo del Fraude
Los riesgos originados de los tres elementos:
- Presión Financiera
- Razonamiento
- Oportunidad
Presión Financiera:
Puede ser una o una combinación de varios tipos que incluyen:
- Adicciones al juego, las drogas u otras que requieran de fondos para su financiación.
- Presión psicológica por depresión, delirios u otras enfermedades mentales.
- Necesidad psicológica de impresionar a los demás con muestras de riqueza y generosidad.
- Presión del grupo familiar, parientes, amigos, etc., en la vida privada.
- Presión de delincuentes y especialmente del crimen organizado, que a menudo surge de tratos prexistentes.
- Ser extorsionado por relaciones, indiscreciones como visitar determinados sitios web, saldar deudas por juegos de azar o narcóticos, etc.
- Presión de personas aparentemente poderosas como altos directivos, directores, ministros de gobierno, altos funcionarios, etc.
Perfil del riesgo de fraude
Cualquier empresa está en riesgo de fraude y sus directivos deben manejar profesionalmente ese riesgo, aplicando las mismas técnicas que se aplicarían a todos los problemas del negocio: analizar el alcance y la escala del riesgo, desarrollar una estrategia para minimizarlo, e implementar estrategias.
Existen algunos indicadores del fraude que deben tenerse en cuenta cuando se hace una investigación y que deben servir de indicios para prevenirlos, como son el análisis del perfil del riesgo, agrupado en cuatro categorías: los riesgos de personal, los culturales, los estructurales y los comerciales.
Dentro de cada factor de riesgo, hay varios indicios que nos ayudan en la investigación o en la determinación de posibles debilidades de la empresa, que son vulnerables para el cometimiento de fraudes:
Riesgos personales
- Estilo de manejo autocrático.
- Desajuste entre personalidad y estatus.
- Comportamiento inusual.
- Actos ilegales.
- Estilo de vida costosa.
- Vacaciones sin tomar.
- Calidad pobre del personal.
- Moral baja.
- Alta rotación del personal.
- Compensación vinculada al rendimiento.
Riesgos Culturales
- Resultados a cualquier costo.
- Compromiso deficiente con el control.
- Sin código de ética comercial.
- Obediencia incuestionable del personal.
Riesgos Estructurales
- Estructuras complejas.
- Sitios remotos pobremente supervisados.
- Varias firmas de auditores.
Riesgos Comerciales
- Estrategia comercial definida.
- Utilidad excesiva por encima de las normas de la industria.
- Desajuste entre el crecimiento y el desarrollo de los sistemas.
- Reputación pobre.
- Problemas de liquidez.
Al reunir esta clase de riesgos: personales, culturales, estructurales y comerciales, son factores que pueden aumentar el riesgo del fraude, no es probable que ningún factor único sea por sí mismo indicador de fraude. Sin embargo, cuando existe la combinación de varios factores generalmente habrá un nivel más alto de riesgo. Esto debe conducir a un examen riguroso de uno o más aspectos de las operaciones de la compañía o de los individuos que en ella trabajan.
Corrupción
La corrupción existe cuando una persona, ilícitamente, pone sus intereses personales por sobre los de las personas y los ideales que está comprometido a servir.
Se presenta en muchas formas y puede variar desde lo trivial hasta lo monumental. La corrupción suele involucrar el uso indebido de los instrumentos de política, aranceles, crédito, sistemas de irrigación y políticas de vivienda, cumplimiento de las leyes, evasión fiscal, reglamentaciones especiales, observancia de los contratos y cancelación de préstamos o de simples procedimientos.
La corrupción se ha referido más al sector público, pero normalmente cuando ello sucede está involucrado el sector privado.
Cuando se menciona corrupción, de inmediato se achaca a los funcionarios públicos y los políticos que manejan o trasladan los recursos para su beneficio personal. Sin embargo, dentro de la llamada auditoría forense se ha comprobado que la mayor corrupción la comete el sector privado.
En todos los fraudes dentro de las licitaciones privadas o contratos donde se roban recursos públicos siempre es para una empresa privada, quien como contraparte recibe parte del beneficio; asimismo ese sector tiene sus propios y exclusivos casos de corrupción.
Lo grave del asunto es que no se trata sólo del comportamiento delictivo de unos cuantos individuos que cayeron en la tentación y violaron la ley, sino de un sistema que se corrompió porque creó los incentivos equivocados a la vez que debilitó las regulaciones y controles que hubieran podido poner fin a los abusos, porque se creyó el mito de la mano invisible que autorregularía el mercado si cada uno de los agentes estaba buscando su propio beneficio.
También había incentivos generosos, pero equivocados para otros agentes involucrados en la estafa: las grandes firmas de auditoría cuyos funcionarios no se percataron del maquillaje, o no quisieron verlo porque podían perder los enormes ingresos que les generaba el cliente en otras áreas de la consultoría.
Empresas manufactureras, comerciales y de servicios
En cuanto a las empresas de servicios, manufactureras y comerciales, existen prácticas contables inadecuadas que han llevado al cometimiento de errores intencionales (fraudes) y no intencionales que distorsionan los estados financieros y por ende engañan a los inversores, acreedores y a sus dueños, organizados algunos de ellos por ciclos transaccionales de tesorería, adquisición y pagos, transformación o conversión, ingresos o de ventas y de información financiera.
Responsabilidad del Gerente quien debe implementar el Sistema de Control Interno en la Empresa.
Ley General de Sociedades Ley N° 26887
Artículo 190° Responsabilidad
El gerente responde ante la sociedad, los accionistas y terceros, por los daños y perjuicios que ocasione por el incumplimiento de sus obligaciones, dolo, abuso de facultades y negligencia grave.
El gerente es particularmente responsable por: 2. El establecimiento y mantenimiento de una estructura de control interno diseñada para proveer una seguridad razonable de que los activos de la sociedad estén protegidos contra uso no autorizado y que todas las operaciones son efectuadas de acuerdo con autorizaciones establecidas y son registradas apropiadamente;
Atención
Mediante los servicios profesionales que ofrecemos referente al Sistema de Control Interno y su Evaluación, puede llamarnos al teléfono celular +51 997-784-328 o escribirnos al correo electrónico contacto@cadenillasalvaradoyasociados.com que gustosamente los atenderemos.
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